La atención al cliente es excepcional, desde el momento en que me recogieron en un Rolls Royce hasta la personalización de la experiencia de despedida. Las instalaciones son impecables, la piscina es de buen tamaño y los cómodos soláriums invitan a relajarse después de un día explorando. Además, la ubicación es ideal, con fácil acceso a tiendas locales y restaurantes.

El único inconveniente fue la falta de ascensor, lo que dificulta el transporte de maletas.

La piscina es ideal para relajarse tras un día largo.

La falta de ascensor es un gran inconveniente. Subir con las maletas por las escaleras fue agotador. No entiendo cómo un hotel de este nivel no tiene ascensor, especialmente considerando las altas temperaturas de Siem Reap.

La decoración tiene un estilo único con un enfoque moderno que mezcla la cultura local, haciendo que el espacio se sienta especial y acogedor. La piscina es amplia, perfecta para relajarse y refrescarse después de un día long en los templos.

El hotel carece de ascensor, lo que complica llevar maletas a los pisos superiores, especialmente en un clima caluroso. Además, la llave de la habitación es tradicional con un llavero bastante voluminoso, lo que resulta poco práctico.

Ideal para familias buscando tranquilidad y atención excepcional

Todo excepcional!. La atención del personal, algo fuera de lo normal, la comida, y la piscina muy bonita que ayuda a refrescarte. Nos llevaron al aeropuerto en un coche vintage, muy elegante, eso me hizo sentir especial.

No es barato, pero aceptable considerando lo que ofrecen.

Increíble hotel, ideal si buscas un lugar donde disfrutar de un servicio excepcional y una atención realmente amable del personal.

Pasé unos días increíbles con amigos. Visitamos el templo Banteay Srei y tuvimos un recorrido privado. La ubicación del hotel es perfecta, cerca de todo y en una calle tranquila. El desayuno a la carta es impresionante. La atención del personal es realmente excepcional, siempre dispuestos a ayudar.

Lamentablemente, el hotel no tiene ascensor. Puede ser un inconveniente si tienes que subir varias escaleras con maletas.

El Viroth's Hotel es un rincón acogedor en Siem Reap. Las habitaciones son amplias y el diseño interior mezcla lo moderno con toques de la cultura jemer. La amabilidad del personal se nota en cada detalle, aunque el hotel no tiene ascensor, lo que puede ser algo incómodo para algunos.

La habitación Deluxe Triple con vista a la piscina era amplia y muy bonita, con buena decoración y todas las comodidades. Tenía una terraza genial para relajarse. Me encantó que siempre había toallas y agua fresca disponibles. La cama muy cómoda para descansar después de un día largo explorando. La atención al detalle fue impresionante, y el ambiente del hotel en general era acogedor.

Maravilloso hotel, la atención del personal fue excepcional desde el primer momento. Nos ofrecieron un tour en un carro antiguo y cada día había sorpresas agradables, como la música ambiental. Las habitaciones son amplias y tienen todo lo necesario para relajarse después de explorar Siem Reap. El desayuno a la carta tenía gran variedad y calidad. Sin duda, un lugar excepcional donde volvería sin pensarlo.

La falta de ascensor puede ser un inconveniente para algunos.

La atención del personal fue excepcional desde el primer momento. Nos ofrecieron un tour en un carro antiguo y cada día había sorpresas agradables. Las habitaciones son amplias y tienen todo lo necesario para relajarse después de explorar Siem Reap. El desayuno a la carta tenía gran variedad y calidad, siempre con opciones deliciosas. La piscina es perfecta para relajarse después de visitar los templos.

La falta de ascensor. Subir las maletas por las escaleras fue agotador.

La experiencia inolvidable en un hotel excepcional

Mi estancia fue maravillosa. me encantó el trato cálido del personal, que siempre estaba dispuesto a ayudar y a hacer que mi viaje fuera aún más especial. La decoración del hotel es digna de resaltar, con un estilo mid-century que crea un ambiente único. La piscina es perfecta para relajarse después de un día explorando los templos de Angkor. Solo me hubiera gustado que el desayuno tuviera un poco más de variedad en las opciones.

Un oasis en Siem Reap

Desde el momento en que llegamos, el personal fue excepcional. Destaco a Nita en recepción, quien me ayudó a recuperar mi tarjeta bancaria rápidamente. La piscina es un lugar ideal para relajarse después de un día explorando los templos. Además, el desayuno fue un auténtico festín. no te pierdas la pastelería casera.

El hotel no tiene ascensor, lo que puede ser un inconveniente para algunas personas con movilidad reducida, especialmente si tu habitación está en un piso alto.

volvería allí de nuevo

El servicio es increíble, el personal te trata como si fueras de la familia. La habitación Deluxe Triple con vista a la piscina tiene un balcón perfecto y un baño privado con todas las comodidades. La piscina es perfecta para relajarse después de visitar los templos. El desayuno a la carta es delicioso y abundante. La decoración es un sueño, todo se siente muy especial.